Los Paradigmas Actuales de la Evaluación en el Marco del Proceso de Acreditación de Carreras y Programas
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Resumen
Analizar con hondura los cambios que experimentan las instituciones de Educación Superior, sin duda, conlleva una evaluación de su quehacer considerando prioritariamente las contribuciones al desarrollo social y económico, teniendo presente que las universidades vienen realizando cambios en los escenarios científico, tecnológico, económico, político y cultural, notoriamente en la última década, sin embargo éstos aún no cubren las expectativas a pesar de los esfuerzos desplegados en las políticas de estado. Por ello, en las Instituciones de Educación Superior, es preciso realizar redefiniciones urgentes en su estructura y organización académica. La Evaluación y Acreditación de las instituciones universitarias, es el tema que nos ocupa en esta oportunidad y dentro del mismo se pretende desarrollar “Los Paradigmas actuales de la Evaluación en el marco del proceso de acreditación de carreras y programas”. La centralidad de los desafíos que afectan a las funciones de la educación superior en el marco del proceso de acreditación de carreras y programas impone a las instituciones cambios radicales que se sustentan en las necesidades de: capacitación y formación, las nuevas formas de competencia, configuraciones y modos de operar en las instituciones educativas, es decir: Currículum y Gestión. El debate sobre la Calidad de los Servicios que imparten las universidades ha aumentado, se habla de la calidad de la enseñanza superior en un concepto pluridimensional que debería comprender todas sus funciones y actividades: enseñanza y programas académicos, investigación y becas, personal, estudiantes, edificios, instalaciones, equipamiento y servicios a la comunidad entre otros y al mismo tiempo, la preocupación de establecer normas que permitan evaluar las carreras para su posterior acreditación; en este sentido, el nivel académico reviste singular importancia porque la competencia del egresado depende en gran medida de la formación que recibió. La educación no es meramente adquisición de conocimientos, sino también de herramientas, educación multicultural, uso de tecnologías, pensamiento crítico, y capacidad de aprender temas nuevos. Es importante evaluar hasta qué punto la institución y el programa de estudios responde a los problemas reales de la sociedad, y a las iniciativas de la población. Es necesario que los responsables de la Educación Superior reflexionemos autocríticamente sobre nuestro quehacer, ya que la retórica sobre el sentido holístico de la universidad no coincide con la realidad individualista de nuestro quehacer y resultados. La Educación Superior como bien público debe contribuir a mejorar la equidad y la calidad de vida de los ciudadanos y nos compromete entre otras cosas a proyectar en la Universidad una planificación estratégica prospectiva y a propiciar una gestión facilitadora, participativa, con un sistema de comunicación basado en el diálogo y en acciones estratégicas derivadas del trabajo en equipo.