Revista sobre estudios e investigaciones del saber académico, 19 (19), enero /diciembre de 2025 ISSN: 2078-5577 e-ISSN: 2078-7928 1/9
Revista sobre estudios e investigaciones del saber académico
Página Web: https://revistas.uni.edu.py/index.php/rseisa
Revista sobre estudios e investigaciones del saber académico |19| 19 (2025)
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Artículo de Investigación / Research Article
Bienestar emocional y físico de las educadoras de párvulos y su desempeño profesional
Emotional and physical well-being of early childhood educators and their professional performance
Javiera Fernanda Aravena-González
1
https://orcid.org/0009-0008-3723-4894
1
Universidad Autónoma de Chile. Talca, Chile.
jaaviaravena11@gmail.com
Melanie Estefanía Carrera-Vega
1
https://orcid.org/0009-0001-4142-4868
melanie.carrera.ev@gmail.com
Fernanda Ignacia Rojas-Rojas
1
https://orcid.org/0009-0006-0013-553X
fernandaignaciarojas312@gmail.com
Audy Salcedo
1
https://orcid.org/0000-0002-9783-8509
audy.salcedo@gmx.com
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INFORMACIÓN SOBRE ARTÍCULO
RESUMEN
Palabras Clave:
Enfermedad profesional
Educación de la primera infancia
Docente de preescolar
Productividad laboral
Las educadoras de párvulos son reconocidas como figura clave en el proceso educativo en la primera
infancia. No obstante, su labor diaria puede generar altos niveles de estrés y agotamiento, con un
impacto negativo en la calidad de su desempeño profesional. Aunque existen estudios sobre la salud
de los educadores en general, se dispone de escasa información específica sobre la salud de las
educadoras. Este artículo presenta los resultados de una investigación mixta, transversal y descriptiva,
centrada en la posible influencia del bienestar físico y emocional en su desempeño laboral. Para la
recolección de datos se diseñaron dos instrumentos ad hoc: un cuestionario con 24 preguntas y un
guion de entrevista con 10 preguntas, validados por juicio de expertos y enfocados en cuatro
dimensiones. El cuestionario fue respondido por 72 educadoras de la Región del Maule, Chile, y seis
de ellas participaron en entrevistas. Los resultados del cuestionario revelan que las educadoras
participantes consideran que su bienestar físico y emocional es bueno, pero la mayoría declara que
sus actividades laborales cotidianas tienen impacto en su bienestar físico y emocional. Esa percepción
fue corroborada por las entrevistadas, quienes ofrecieron detalles sobre sus dolencias físicas y su
situación emocional. Asimismo, señalan que el malestar físico y emocional interfieren en su
motivación y desempeño laboral. En consecuencia, la evidencia sugiere que, en este grupo de
educadoras, el bienestar emocional y físico influye directamente en su desempeño profesional, su
motivación y su calidad de vida laboral.
ABSTRACT
Keywords:
Occupational diseases
Early childhood education
Pre-school teacher
Work performance
Historial del Artículo
Fecha de Recepción: 01/09/2025
Fecha de Aprobación: 08/10/2025
Fecha de Publicación: 08/10/2025
Área del conocimiento: Ciencias Sociales
Early childhood educators are recognized as key figures in the early childhood education process.
However, their daily work can generate high levels of stress and burnout, with a negative impact on
the quality of their professional performance. Although there are studies on the health of educators in
general, there is little specific information available on the health of female educators. This article
presents the results of a mixed, cross-sectional, and descriptive research study focused on the possible
influence of physical and emotional well-being on their job performance. Two ad hoc instruments
were designed for data collection: a 24-question questionnaire and a 10-question interview script,
validated by expert judgment and focused on four dimensions. The questionnaire was answered by
72 educators from the Maule Region, Chile, and six of them participated in interviews. The results of
the questionnaire reveal that the participating educators consider their physical and emotional well-
being to be good, but the majority stated that their daily work activities impact their physical and
emotional well-being. This perception was corroborated by the interviewees, who provided details
about their physical ailments and emotional state. They also indicated that physical and emotional
discomfort interfere with their motivation and work performance. Consequently, the evidence
suggests that, in this group of educators, emotional and physical well-being directly influences their
professional performance, motivation, and quality of work life.
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Autor de correspondencia
Email: audy.salcedo@gmx.com (Audy Salcedo)
https://doi.org/10.70833/rseisa19item739
Conflictos de Interés: Los autores declaran no tener conflicto de interés de ningún tipo.
Este es un artículo de acceso abierto bajo una licencia Creative Commons CC-BY. Licencia https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/
Citación recomendada: Aravena-González, J. F., Carrera-Vega, M. E., Rojas-Rojas, F. I., Salcedo, A. (2025). Bienestar emocional y físico de las educadoras de párvulos
y su desempeño profesional. Revista sobre estudios e investigaciones del saber académico (Encarnación), 19(19): e2025016
Aravena-González et al. Revista sobre estudios e investigaciones del saber académico
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Introducción
La Organización Mundial de la Salud [OMS] (2014)
señala que la salud va más allá de la ausencia de
enfermedad. No es suficiente estar libres de dolencias
físicas, estar saludables implica un estado integral de
bienestar que abarca lo físico, lo mental y lo social.
Esto significa que no se trata de no estar enfermos,
sino de tener una calidad de vida óptima en todos los
aspectos. Por lo tanto, la salud se entiende como un
equilibrio dinámico en el que el cuerpo, la mente y las
relaciones sociales están en armonía, permitiendo a las
personas vivir plenamente y alcanzar su máximo
potencial en todas las áreas de sus vidas.
En la misma línea, Hurtado et al. (2021) señala que el
concepto de salud integral ha evolucionado hacia una
visión global que abarca múltiples dimensiones más
allá de la simple ausencia de enfermedad e incluye
salud mental y emocional, el bienestar social, el
bienestar ambiental y el bienestar espiritual. En el
ámbito emocional, Bisquerra y Pérez (2007) señalan
que una persona debe tener la capacidad para manejar
adecuadamente las emociones posee; estar consciente
de su propio estado emocional. Además, debe tener la
habilidad de discernir sobre el estado del prójimo
respecto a las emociones, la empatía, la regulación, el
autocontrol y la autoeficacia.
La Fundación Chile (2020) destaca la vinculación
entre la salud emocional y física al señalar que el
agotamiento laboral es una sensación de desgaste y
fatiga crónica asociados al estrés, que dificulta la
activación en el trabajo y alcanzar niveles de
desempeño estables. Patlán (2019) enfatiza que la
exposición prolongada a esas situaciones puede
resultar en graves problemas de salud física y
emocional, subrayando la necesidad de abordar este
tema de manera integral en el entorno laboral.
Si bien las afirmaciones anteriores se refieren al
trabajador en general, en el marco de la educación, las
emociones son factores que pueden influir en el
desempeño profesional de educación. Las emociones
están relacionadas con su capacidad para llevar
adelante el quehacer pedagógico de una manera
eficiente. La gestión adecuada de las emociones de los
docentes es esencial para su bienestar y, por ende, en
la calidad de la formación que reciben los discentes.
En el ámbito de la educación inicial, Huaiquinao et al.
(2019) se refiere a que la gestión de las emociones
emerge como un recurso esencial en el desempeño del
rol de los educadores. Esas emociones pueden influir
en una variedad de actitudes y pensamientos,
afectando positiva o negativamente la práctica
pedagógica tanto dentro como fuera del aula.
En el aspecto físico, las educadoras de párvulos,
durante sus jornadas laborales, realizan diferentes
actividades; algunas de ellas demandan un gasto
importante de energía. En Chile, las Bases
Curriculares de Educación Parvularia (Mineduc,
2018) indican que las educadoras de párvulos son
consideradas actores claves que guían el proceso
educativo que ocurre en las salas cuna, jardines
infantiles, escuelas y otros tipos de programas de
atención a niños hasta los seis os. Asimismo, el
Marco para la Buena Enseñanza (Mineduc, 2019)
promueve el juego como estrategia pedagógica
fundamental para suscitar en niños y niñas la
curiosidad y la indagación individual y colectiva.
Todo ello con el fin de ofrecerles oportunidades para
buscar soluciones de forma autónoma y que,
paulatinamente, puedan desarrollar conocimientos y
habilidades. Pero esa estrategia también exige
mantenerse activas durante todo momento, física y
emocionalmente, para poder realizar las diversas
actividades durante largas jornadas laborales.
En esas circunstancias, la salud de las educadoras de
párvulos podría verse comprometida. Exigencias
como la atención constante a las necesidades
emocionales y físicas de los niños y niñas, la gestión
de comportamientos desafiantes (Benavides et al.,
2023) y la planificación de actividades inclusivas,
entre otros factores, podrían generar altos niveles de
estrés y agotamiento, afectado negativamente su salud
física y emocional (Araya et al., 2016; Arteaga et al.,
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2018; Figueroa-Céspedes y Fica-Pinol, 2024). Se trata
de condiciones laborales para las cuales no
necesariamente están preparadas (Guzmán-Taveras,
2022), lo que podría socavar su confianza en la
profesión que han elegido (Moloney, 2010). Por ello,
esta investigación tiene por objetivo analizar la posible
influencia del bienestar emocional y físico de las
educadoras de párvulos en su desempeño profesional.
Materiales y Métodos
Para el logro del objetivo se siguió un enfoque mixto,
de carácter descriptivo transversal (Hernández-
Sampieri y Mendoza, 2018). Se utilizó el enfoque
cuantitativo para lograr datos numéricos a través de la
aplicación de un cuestionario a un grupo de
educadoras de preescolar, con miras a obtener una
visión global de su bienestar emocional y físico. Por
otro lado, el enfoque cualitativo consistió en
entrevistas semiestructuradas a educadoras
seleccionadas a partir de las respuestas del
cuestionario, con el propósito de comprender en
profundidad sus contextos, percepciones y
experiencias.
Se utilizaron dos instrumentos, un cuestionario y un
guion de entrevista. El cuestionario está compuesto
por 24 preguntas, organizadas en cuatro dimensiones:
(1). Contextualización inicial, para comprender el
entorno y sus experiencias en el ámbito educativo. (2).
Bienestar físico, explorando aspectos relacionados
con la salud de las educadoras y sus condiciones de
trabajo. (3). Bienestar emocional, examinando
factores que pudieran influir en sus emociones y
motivación. (4) Aspectos personales para conocer las
circunstancias individuales que afectan su bienestar
integral. Mientras que el guion de entrevista constaba
de diez preguntas, organizadas en las mismas cuatro
dimensiones. En este artículo sólo se reportan los
1
La educación preescolar en Chile se divide en
tres niveles: Sala Cuna (desde 84 días a 2 años),
aspectos asociados con la salud física y emocional y
su posible vinculación con el desempeño laboral.
Para la validez de contenido de ambos instrumentos se
utilizó el juicio de expertos, alcanzando una V de
Aiken de 0,82 y 0,8, para el cuestionario y el guion de
entrevista, respectivamente. Por lo que, de acuerdo
con Penfield y Giacobbi (2004), se considera que los
ítems de cada uno de ellos representan el universo del
contenido respecto al bienestar emocional y físico de
las educadoras.
La investigación se llevó a cabo en la Región del
Maule de Chile y, para la recolección de datos,
primero se publicó el cuestionario en un formulario
digital (Google Forms) y luego se contactó a
educadoras de instituciones conocidas. A la par, a
través de diversas plataformas virtuales se difundió un
código QR de acceso al cuestionario; en consecuencia,
se trata de una muestra no probabilística de
voluntarias. En total, se logró obtener 72 cuestionarios
totalmente respondidos y a partir de ellos se eligieron
seis educadoras para participar en entrevistas
semiestructuradas, dos por cada nivel (sala cuna, nivel
medio y nivel de transición
1
), con el propósito de
lograr una visión detallada de su situación física
emocional.
Las entrevistas se realizaron de manera personal en los
centros educativos donde trabajaban las educadoras,
brindando un contexto familiar y modo para ellas.
Antes de comenzar a responder el cuestionario o de
iniciar la entrevista, a las educadoras se les
proporcionaba toda la información necesaria para
tomar la decisión de participar o no en la
investigación. En el caso del cuestionario, marcaban
la opción “he leído toda la información proporcionada
y estoy de acuerdo con participar” y, en la entrevista,
firmaban directamente el consentimiento.
Las respuestas del cuestionario se analizaron mediante
estadísticos descriptivos y se representan en gráficos
Nivel Medio (de 2 a 4 años) y Nivel de
Transición (de 4 a 6 años)
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acordes con la variable estudiada. Las respuestas
obtenidas en la entrevista fueron sometidas a un
proceso de codificación y categorización para
identificar semejanzas y diferencias, así como
patrones. Primero se definieron colores para
identificar partes de las respuestas asociadas a cada
dimensión estudiada y así facilitar la organización y
posterior análisis. Por separado, cada investigador,
mediante un análisis de contenido (Leech y
Onwuegbuzie, 2007), codificó las respuestas;
posteriormente, en una reunión, se discutieron todas
las partes codificadas y las dimensiones a las que se
asociaron. Por consenso se produjo una única
categorización, con el propósito de obtener una
interpretación más clara y detallada de las respuestas.
Resultados
La muestra incluyó educadoras de todos los niveles de
la educación preescolar en Chile: sala cuna (30,5%),
nivel medio (29,2%) y nivel transición (40,3%). Los
porcentajes de participación reflejan un grupo bastante
variado, aunque con una participación mayor de las
educadoras que atienden a los niños de 4 a 6 años. La
mayoría se identificaron como solteras (69,4%), sin
hijos (58,3%), con un promedio de 34 años y una
desviación estándar de 2,6 años, lo cual sugiere un
grupo homogéneo en relación con la edad. La media
de los años de experiencia laboral es 9,9 años y una
desviación estándar de 7,5; por lo que se puede
considerar bastante heterogénea en esa característica.
Gráfico 1.
El bienestar emocional de las educadoras de párvulos.
Región del Maule, Chile. (2024)
Fuente: Elaboración propia (2024)
En el Gráfico 1 se observa que la mayoría de las
educadoras de párvulos encuestadas (56,8%) calificó
su bienestar emocional como Bueno, al agregar el
4,2% que lo considera excelente, se alcanza un 60%
que se siente bien con su estado emocional.
Gráfico 2.
Impacto de las labores diarias en el bienestar emocional.
Región del Maule, Chile. (2024)
Fuente: Elaboración propia (2024)
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De acuerdo con las respuestas registradas en el
Gráfico 2, la mayor parte de las educadoras
encuestadas indicaron que sus labores diarias
impactan en su bienestar emocional, un de forma
Moderada (54,20%) y un 25% que las afectaban de
forma bastante significativa. Aunque en la pregunta
previa la mayoría considera que tienen un buen estado
emocional, estas respuestas sugieren que las
demandas del trabajo en educación preescolar podían
ser particularmente exigentes y generar impacto en su
bienestar emocional.
Al consultar sobre las posibles limitaciones debidas a
cambios en su salud emocional, únicamente el 20,8%
señaló que no tiene ninguna limitación, lo que
significa que el 79,2% señaló al menos una situación
que afecta su bienestar emocional. Entre las
limitaciones más señaladas están: manejar el estrés
cotidiano (41,7%), concentrarse en las tareas diarias
(31,9%), establecer límites en el trabajo (25%),
realizar actividades recreativas (18,1%), manejar
conflictos (18,1%), y sentirse motivada y
comprometida (16,7%). Pareciera entonces que la
mayoría de este grupo podría requerir apoyo
emocional.
En las entrevistas a seis educadoras, se les consultó
sobre si las labores diarias afectan directamente su
bienestar emocional. En el caso de las educadoras de
nivel Sala Cuna, ambas coinciden en que las afectan.
La identificada como A, declara: nosotras hemos
trabajado hasta las siete creando un ambiente de sala
distinto para ellos, el cual rompen en dos segundos,
entonces eso también te frustra”. Mientras que la
educadora B enfatiza: siempre influyen, ya que lo
ideal es contar con un equipo de aula que te apoye y
vayamos en una misma dirección”. Con esta
apreciación se resalta la importancia de un equipo
colaborativo, un ambiente positivo y la participación
de las familias en el proceso educativo de los niños y
niñas.
Las educadoras del Nivel Medio (C y D) destacan los
cambios en sus emociones en función del ambiente
laboral. La educadora C relata: “si pasan cosas malas,
obviamente me afectan”, y la educadora D indica: el
clima laboral es esencial para trabajar”, subrayando
la importancia de un entorno positivo. Las educadoras
E y F, Nivel Transición, en sus respuestas reflejan
cómo sus experiencias laborales influyen en su
bienestar emocional y en sus relaciones, pero que
depende de cada persona que tenga las herramientas
para poder enfrentar eso (educadora E) o que los
ajustes que puedas hacer, ahora me siento un poco
más relajada” (educadora F).
Gráfico 3.
Bienestar sico de las educadoras de párvulos. Región del
Maule, Chile. (2024).
Fuente: Elaboración propia (2024)
El Gráfico 3 revela que la mayor parte de las
educadoras de párvulos calificó su bienestar físico
entre Bueno (59,7%) y Excelente (2,8%), lo que
mayoritariamente tienen una percepción positiva
respecto a su bienestar físico.
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Gráfico 4.
Impacto de la labor diaria al bienestar físico. Región del
Maule, Chile. (2024).
Fuente: Elaboración propia (2024)
De acuerdo con el Gráfico 4, la mayor parte de las
educadoras de párvulos encuestadas consideró que su
labor diaria impactaba su bienestar físico de forma
Moderada (65,3%) y Bastante significativa (22,2%).
Aunque, según las respuestas recogidas en el Gráfico
3, la mayoría considera que está bien físicamente, una
parte considerable de ellas indica que su labor diaria
tiene impacto en su salud física, sin considerarlo
extremo.
Al consultar sobre las afecciones físicas más
frecuentes, señalaron: dolor de espalda (63,9%), dolor
de cabeza (59,7%), dolor de cuello (38,9%), dolor de
garganta (29,2%), dolor en los pies (26,4%), fatiga
muscular (23,6%), dolor en las articulaciones (13,9%).
Como se puede observar, el tipo de afección parece
estar asociado a las exigencias físicas que conlleva la
labor de la educadora. Asimismo, es importante
destacar que únicamente 71 de las 72 educadoras
encuestadas señalaron al menos una dolencia o
malestar físico.
En las entrevistas, las educadoras A y B (Sala Cuna)
concuerdan en señalar que su trabajo incluye cargar y
agacharse, lo cual contribuye a su desgaste físico; por
ejemplo, “el dolor de espalda es lo que más te cansa
(educadora A) y con frecuencia tienen posturas
corporales que no son adecuadas”, lo que lleva a un
malestar físico continuo. Las educadoras del Nivel
Medio (C y D) destacan que la presión del trabajo
diario y la necesidad de estar siempre atentas a los
niños y niñas impactan su bienestar físico. Por
ejemplo, C menciona que los dolores tensionales en
el cuello son constantes”, y lo asocia al estrés
acumulado. La educadora D señala que “a veces hay
que tomar en brazos a los niños”; además, resalta que
algunos niños y niñas tienen sobrepeso, lo que
intensifica el esfuerzo físico. Agrega que cuando está
bajo mucho estrés me viene este dolor de cabeza y
jaqueca”. Todo ello puede afectar negativamente su
salud física.
En el caso de las entrevistadas del Nivel Transición,
ambas reconocen que el ambiente de trabajo y la carga
laboral afectan su salud física. La educadora E habla
de cansancio, agotamiento y dolor de cabeza”, dice
que su día es de “ocho a cinco de la tarde” y las tareas
de limpieza contribuyen a su agotamiento, dolor de
espalda… y a veces un dolor de cabeza”. Por su parte,
la educadora F menciona que su dolor de cabeza es
espantoso” y cree que está relacionado con el estrés de
las responsabilidades administrativas, no tanto con el
trabajo directo con los niños y niñas.
Este análisis comparativo evidencia que, si bien todas
las educadoras comparten problemas de salud física
derivados de su trabajo, sus experiencias varían en
función de factores específicos, como la edad de los
niños y niñas que atienden, las posturas y esfuerzos
físicos que deben realizar, así como las demandas
adicionales de su jornada laboral. En conclusión, las
diferentes experiencias reflejan una necesidad común
de mejoras en las condiciones laborales, tanto en
infraestructura como en apoyo de personal, para
reducir el impacto físico que enfrenta cada educadora
en su rol.
Al consultar a las educadoras si su bienestar
emocional o físico influye en su desempeño
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profesional, el 51,6% respondió de forma afirmativa.
Educadoras A y B: Ambas educadoras del nivel Sala
Cuna enfatizan que el bienestar físico y emocional son
fundamentales para un buen desempeño profesional.
Lo emocional te agota s que lo físico”, señala la
educadora A; lo cual sugiere que las dificultades
emocionales pueden tener un impacto significativo en
su labor. La educadora B agrega que las relaciones
interpersonales influyen mucho para el bienestar,
tanto como para bien como para mal”, para destacar
el papel que juega el entorno laboral.
Las educadoras C y D (Nivel Nivel) revelan la
importancia del bienestar integral en su labor. La
educadora C dice que si uno no está bien... puede
influir levemente en mi quehacer diario”, mientras D
sostiene que una persona que no está equilibrada ...
va a afectar el desempeño de la persona”. Las
educadoras del Nivel Transición también señalan que
el equilibrio emocional y físico impacta en su trabajo;
en particular, la E menciona que yo estando en mi
casa, estoy siempre preocupada de la escuelay que
ha tenido que priorizar su bienestar personal para
poder regresar a un desempeño óptimo. La educadora
F enfatiza que la salud física y mental son
interdependientes y afectan directamente su energía y
motivación en el aula: si estoy mal, me duele la
cabeza, me afecta el rendimiento”. En general, las seis
educadoras destacan la conexión entre su bienestar
emocional y físico con su capacidad profesional.
Discusión
Las respuestas al cuestionario indican que la mayoría
de las educadoras califican su bienestar físico y
emocional entre bueno y excelente. No obstante, al ser
consultadas sobre el impacto de sus actividades
laborales diarias, la mayor parte da una respuesta
afirmativa. En el aspecto físico, casi la totalidad
declaran alguna dolencia o malestar, las cuales, en
buena parte, se podrían asociar con trato con los niños
y niñas. En el aspecto emocional, casi el 80% expone
tener alguna limitación producto de cambios
emocionales. Todo lo anterior es ratificado por las
educadoras entrevistadas, algunas de las cuales
asocian lo emocional con lo físico, como dolores de
cabeza o tensión muscular.
Estos hallazgos son semejantes a los reportados por
Araya et al. (2016) y Arteaga et al. (2018), quienes
destacan que las condiciones laborales de las
educadoras impactan directamente en su salud física,
llegando a provocar enfermedades crónicas. Los
cambios emocionales descritos por las entrevistadas
coinciden con lo señalado por Figueroa-Céspedes y
Fica-Pinol (2024), quienes hablan de una actitud
ambivalente caracterizada por las emociones
negativas, como la ansiedad y la tristeza, así como la
ira y sorpresa. Benavides et al. (2023) señala que la
labor de las educadoras incluye manejar
comportamientos disruptivos de niños y adultos, la
mayoría de las veces con escaso apoyo del equipo
técnico y directivo y exigua participación de las
familias. Con lo cual se impacta de manera importante
su confianza y satisfacción laboral (Moloney, 2010).
Posiblemente por ello Guzmán-Taveras (2022) señala
que la formación en la socioafectividad se debe incluir
en los planes de estudios de las educadoras de
párvulos.
Pareciera entonces que el bienestar integral de este
grupo de educadoras de párvulos está comprometido
por factores estructurales y emocionales, lo que hace
necesario brindarles apoyo institucional y auspiciar la
colaboración de las familias. Por otra parte, las
universidades deberían estudiar la posibilidad de
incluir de formación socioafectiva en los planes de
estudio de las futuras educadoras.
Conclusión
La inherente complejidad de la labor que desempeñan
las educadoras de párvulos en su quehacer cotidiano
es ampliamente reconocida. No obstante, los hallazgos
aquí reportados evidencian que el bienestar físico y
emocional dan cuenta de un grupo de educadoras
incide de forma negativa su desempeño laboral. Por
Aravena-González et al. Revista sobre estudios e investigaciones del saber académico
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tanto, si se desea optimizar la calidad de la educación
parvularia, es imperativo prestar más atención a las
condiciones de trabajo de las educadoras de párvulos.
Un entorno laboral que promueva la salud integral
puede actuar como un factor catalizador su motivación
y desempeño, mientras que la carencia de soporte
emocional y físico genera desgaste. Con ello se
compromete su capacidad de respuesta a las demandas
de los niños y niñas, repercutiendo directamente en la
calidad educativa.
En coherencia con los hallazgos, resulta pertinente
ofrecer a las educadoras de párvulo acceso a asesoría
y terapia psicológica orientadas al manejo del estrés,
la gestión de la frustración y la prevención del
síndrome de burnout. Asimismo, se podrían
incorporar en la jornada laboral tiempos de descanso
o pausas activas obligatorias. La implementación de
un programa piloto con medidas como estas permitiría
evaluar su efecto en la salud física y emocional de las
educadoras, así como su relación con el desempeño
profesional.
Este estudio, realizado en Chile, se llea cabo con
una muestra no probabilística de educadoras, por lo
que las conclusiones y apreciaciones formuladas
únicamente son válidas para ese grupo y no son
generalizables. Empero, la coincidencia de los
resultados con otros estudios hace pensar que es
necesario prestar más atención a las condiciones de
trabajo de las educadoras de párvulos chilenas.
Agradecimientos
A todas las docentes de preescolar de la Región del
Maule de Chile que cedieron parte de su tiempo para
responder las preguntas de esta investigación.
Referencia
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