Rasche-Álvarez, J. W. et al. Revista sobre estudios e investigaciones del saber académico
Revista sobre estudios e investigaciones del saber académico, 19 (19), enero /diciembre de 2025 ISSN: 2078-5577 e-ISSN: 2078-7928 2/10
Introducción
El B, al igual que los demás micronutrientes, aunque
es absorbido en pequeñas cantidades por las plantas,
es indispensable para las mismas y es así que su
deficiencia, nivel óptimo o su exceso, se encuentran
determinados por un margen muy estrecho (Álvarez y
Rimski-Korsakov 2015, Arunkumar et al. 2018). En la
litósfera el contenido de B es muy variable, y se
encuentra en cantidades que oscilan de 2 a 200 mg kg-
1 (Navarro y Navarro 2013, Padbhushan y Kumar
2017).
Tanto el sistema de manejo como la intensidad de uso
de los suelos y la cantidad de micronutrientes
extraídos por los cultivos, generan una variación en la
disponibilidad y distribución de B (Casanova y Lobo
2007). Miretti et al. (2012) observaron que el
contenido de B en el suelo fue variable para distintos
usos, sobre todo en sistemas de agricultura y ganadería
intensivos, por lo que recomiendan que su
concentración en el suelo sea monitoreada
rutinariamente.
El B es considerado un elemento móvil en el suelo y
disminuye su disponibilidad a medida que aumenta el
pH del suelo, principalmente a pH superior a 6,5. En
suelos ácidos e interperizados, con pH inferior a 5,5,
el B puede quedar retenido en la fracción orgánica del
suelo o ser adsorbido por los minerales,
principalmente en las superficies de los sesquióxidos
de hierro y aluminio (Soares et al. 2008, Raij 2011,
Arumkumar et al. 2018, Rios 2020). En suelos áridos
con material de origen rico en B los niveles de dicho
nutriente pueden llegar a niveles tóxicos para las
plantas (Álvarez y Rimski-Korsakov 2015).
El B es absorbido por las plantas por vía radicular o
foliar, principalmente como ácido bórico (H3BO3)
(Navarro y Navarro 2013). Es un nutriente poco móvil
en la planta y posee un rol importante dentro de la
fisiología vegetal, ya que forman parte de procesos de
la división y elongación celular, fijación de nitrógeno
y asimilación de nitrato, disminución del estrés
oxidativo y de varios metabolismos secundarios que
actúa en la formación de tubo polínico y de la
fructificación, entre otras funciones (Dechen y
Nachtigall 2007, Camacho-Cristobal et al. 2008,
Barbieri et al. 2015, López et al. 2019). La falta de B
causa aborto de flores y acortamiento de entrenudos,
clorosis, encrespamiento de la hoja, desórdenes de
crecimiento y muerte del meristema apical con
surgimiento de múltiples meristemas axilares o brotes
excesivos de meristemas (Jones 1991, Moreno 2007,
Camacho-Cristobal et al. 2008, Toledo 2016). El
contenido de B en la planta puede variar de 7 a 150 mg
kg-1 de materia seca (MS) (Souza et al. 2007, Torres
et al. 2018). Los cultivos como el girasol, el algodón
o las leguminosas como la soja y la alfalfa requieren
de concentraciones de B en el tejido vegetal de entre
20-55 mg kg-1 de MS, es decir, superior a las
monocotiledóneas, como el maíz o el trigo que
requieren de 5 a 25 mg kg-1 (Montoya et al. 2003,
Torri et al. 2005, Rosolem 2007, Rosolem et al. 2008).
Actualmente aunque existan algunos experimentos en
el Paraguay relacionados a la respuesta de cultivos a
la aplicación de B, tanto en macetas en ambientes
controlados (González et al. 2019, Aguilar 2020, Roa
2020, Rodríguez 2021, Pereira 2021, Romero 2022), a
campo en cultivos extensivos (Raimundi et al. 2013,
Aguayo et al. 2015, González et al. 2017, López et al.
2019) y a campo en cultivos intensivos (Armadans et
al. 2020, Armadans et al. 2022a, Armadans et al.
2022b), aún resulta insuficiente o escasa la
información generada sobre los niveles de B en el
suelo en el país, así como la respuesta de los cultivos
a su aplicación.
El objetivo de esta investigación fue en evaluar y
clasificar la disponibilidad de B en suelos a nivel de
distrito en los departamentos de Alto Paraná,
Caaguazú, Canindeyú e Itapúa.
Materiales y Métodos
El área de estudio abarca los departamentos de Alto
Paraná con 14.895 km², Caaguazú con 11.474 km²,
Canindeyú con 14.667 km² e Itapúa con 16.525 km²,