Revista sobre estudios e investigaciones del saber académico, 18 (18), enero /diciembre de 2024 ISSN: 2078-5577 e-ISSN: 2078-7928 1/12
Jorge Jiménez Morales
1
https://orcid.org/0000-0003-3819-3613
1
Universidad Nacional de Concepción. Concepción, Paraguay. jorge.jmjs@gmail.com
Resumen
En la actualidad la mayoría de las legislaciones y
planes educativos otorgan a la diversidad cultural un
destacado papel a la hora de desarrollar los programas
curriculares. Sin embargo, la visión que se hace de la
diversidad aún se presenta como un problema que debe
de ser resuelto más que una oportunidad de aprendizaje
desde una perspectiva intercultural. Este trabajo de
investigación utiliza la revisión sistemática como
herramienta metodológica con el fin de abordar un
análisis interpretativo, desde la antropología de la
interculturalidad, para analizar, describir y situar los
más relevantes discursos y paradigmas interculturales
y su influencia en el desarrollo de políticas educativas
en el contexto europeo, así como en países de
Latinoamérica. Otro objetivo es valorar el papel
emergente que la Educación Superior debe de asumir
como escenario de diálogo intercultural y
empoderamiento ante el modelo de inclusión educativa
y homogeneizador. A partir del reconocimiento del
carácter contextual del concepto de interculturalidad,
se analizan las experiencias llevadas a cabo por varias
universidades interculturales para determinar qué
desafíos se plantean de cara a la pretendida
transformación de la educación. Como resultados,
destaca la delimitación del enfoque pedagógico
intercultural y crítico como vía para visibilizar las
asimetrías y desigualdades en el entorno escolar y
superar las dicotomías de las diferencias que el “saber
universal” ha supuesto para el diseño de currículos y
formas de entender los procesos de enseñanzas y
aprendizajes hegemónicos. Se plantea finalmente una
serie de propuestas alternativas para crear entornos
educativos más iguales y justos para todos.
Palabras clave: diversidad cultural, antropología
intercultural, educación superior, interculturalidad
crítica, Latinoamérica
Abstract
Nowadays, the majority of legislations and educational
plans grant cultural diversity a prominent role in the
development of curriculum programs. However, the
perception of diversity still presents itself as a problem
to be solved rather than an opportunity for learning
from an intercultural perspective. This research
employs systematic review as a methodological tool to
address an interpretative analysis, drawing from the
anthropology of interculturality. It aims to analyze,
describe, and position the most relevant intercultural
discourses and paradigms and their influence on the
development of educational policies in the European
context, as well as in Latin American countries.
Another objective is to assess the emerging role that
Higher Education must assume as a platform for
intercultural dialogue and empowerment in contrast to
the inclusive and homogenizing educational model.
Recognizing the contextual nature of the concept of
interculturality, the experiences of various
intercultural universities are examined to determine
the challenges faced in the intended transformation of
education. The results highlight the delineation of the
intercultural and critical pedagogical approach as a
means to make visible the asymmetries and
inequalities in the school environment and overcome
the dichotomies of differences that universal
knowledge has posed for the design of curricula and
understanding hegemonic teaching and learning
processes. The study concludes by presenting a series
of alternative proposals to create more equal and just
educational environments for everyone.
Keywords: cultural diversity, anthropology of
interculturality, Higher Education, critical
interculturality, Latin America
Área del conocimiento: Ciencias Sociales.
Correo de Correspondencia: jorge.jmjs@gmail.com
Conflictos de Interés: El autor declara no tener conflicto de interés.
Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons CC-BY
Fecha de recepción: 12/04/2023 Fecha de Aprobación: 08/03/2024
Página Web: https://revistas.uni.edu.py/index.php/rseisa
Citación recomendada: Jiménez Morales, J. (2024). Interculturalidad en la Educación: paradigmas y propuestas desde una perspectiva crítica.
Revista sobre estudios e investigaciones del saber académico (Encarnación), 18(18): e2024005
La Licenciatura en Bilingüismo Guaraní-Castellano y la vinculación social de los egresados
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Reporte de investigación
Revista sobre estudios e investigaciones del saber académico
Interculturalidad en la Educación: paradigmas y propuestas desde una perspectiva crítica
Interculturality in Education: paradigms, and proposals from a critical perspective
Artículo de revisión
Jiménez Morales, J. (2024). Interculturalidad en la Educación: paradigmas y propuestas desde una perspectiva crítica.
Revista sobre estudios e investigaciones del saber académico, 18 (18), enero /diciembre de 2024 ISSN: 2078-5577 e-ISSN: 2078-7928 2/12
Introducción
La educación intercultural y todo el debate
epistemológico que la rodea, en relación a las ideas de
diversidad, emancipación, libertad, democracia,
justicia y solidaridad, sigue siendo una aspiración más
que un logro en los contextos europeos, mientras que
en el contexto latinoamericano existen caminos
emprendidos que han dado lugar a procesos sociales
que es preciso analizar para reflexionar y proponer una
crítica al respecto.
Desde un punto de vista antropológico, se pretende
diferenciar en este trabajo q se vislumbra como
intercultural desde un conocimiento hegemónico y
cómo se define desde los múltiples contextos donde se
demanda una mayor autonomía considerando siempre
que, según Dietz (2017), la antropología aplicada se
centra en “complejos espacios de autoadscripción y
adscripción externa inter-, intra- y trans-culturales”
(p.194), lo que demuestra la importancia de la
trayectoria del término de interculturalidad desde que
surge en las legislaciones nacionales hasta comprobar
cómo se aplica en contextos latinoamericanos. Esta
complejidad nos sitúa en el reconocimiento de una
pluralidad sin identidades culturales estáticas que, sin
embargo, se presuponen muy a menudo como
consecuencias de comportamientos determinados.
Además, dicho enfoque nos emplaza a que cada uno de
nosotros tengamos la posibilidad de expresarnos y
actuar, no solamente conforme a unos códigos de
pertenencia, sino utilizando códigos libremente
elegidos a raíz de nuestras experiencias (Abdallah-
Pretceille, 2006), ya que las formas de producir
conocimientos dependerán de esa diversidad de formas
de ver el mundo. Esto puede derivar en una fuerte
tensión entre el saber hegemónico-neoliberal-
occidental y la “otredad” situada en las escalas más
bajas de una jerarquía basada en la estigmatización
hacia lo diferente.
Este trabajo parte de una antropológica militante y
transformadora de la realidad, situada en un campo de
investigación reflexivo y posicionado que aspira, en
primer lugar, a argumentar el carácter contextual del
concepto de interculturalidad como metáfora de la
diversidad (Aguado, 2009) y de la pedagogía crítica
para enfrentarse a las asimetrías y desigualdades desde
un escenario dialógico. Para ello, se hace referencia a
varias experiencias educativas interculturales llevadas
a cabo en Latinoamérica. Se analizan sus
particularidades para proponer el debate sobre la
trascendencia de la interculturalidad como proyecto
político y para traer a colación proyectos de cambio
social planeados desde un enfoque intercultural.
Objetivos
1. Analizar, describir y situar los más relevantes
discursos y paradigmas interculturales y su influencia
en el desarrollo de políticas educativas en el contexto
europeo, así como especialmente en varios países de
Latinoamérica.
2. Destacar el valor del papel emergente que la
Educación Superior debe de asumir como escenario de
diálogo intercultural y empoderamiento ante el modelo
de inclusión educativa y homogeneizador.
3. Describir las experiencias llevadas a cabo por varias
universidades interculturales para determinar qué
desafíos se plantean de cara a la pretendida
transformación de la educación.
Materiales y Métodos
Este trabajo de investigación utiliza la revisión
sistemática como herramienta metodológica con el fin
de abordar un análisis interpretativo, desde la
antropología de la interculturalidad sistemática y
apoyada en evidencias los estudios empíricos sobre un
determinado tema, ofreciendo una visión global de las
evidencias científicas sobre la temática en cuestión. Se
trata de un diseño de investigación que sintetiza los
resultados de múltiples investigaciones respecto a un
tema con una mirada retrospectiva (Beltrán, 2005),
entendiendo que esta puede comprender el análisis de
estudio desarrollados en un intervalo de tiempo -e
incluso un espacio geográfico- determinado. En este
caso, dichos intervalos tanto de tiempo como de
espacio se han seleccionado de la siguiente manera: Al
menos el 40% de las referencias bibliográficas se han
publicado en los últimos 5 años. Por otro lado, se han
priorizado artículos y libros publicados en
Latinoamérica, en el que tanto en los resúmenes como
en el título aparecieran las palabras clave indicadas
anteriormente.
Los objetivos parten de una pregunta formulada con
claridad, utiliza métodos sistemáticos y explícitos para
localizar y seleccionar investigaciones relevantes a
dicha pregunta, y recoge y analiza críticamente los
Jiménez Morales, J. (2024). Interculturalidad en la Educación: paradigmas y propuestas desde una perspectiva crítica.
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datos de los estudios incluidos en la revisión.
Evidentemente, la consecución de los objetivos
específicos de este trabajo dependerá de la pregunta
que pretendamos responder, en nuestro caso: ¿de qué
forma se aborda la educación intercultural y crítica
como medio para crear entornos sociales y educativos
más equitativos?
Resultados y Discusión
1. La interculturalidad: una noción polisémica
Las metáforas, construidas a partir de las
representaciones y los discursos establecidos, son una
forma en la que los conjuntos sociales tienden a
comprender, gestionar, cobijar, producir y reproducir
sus acciones. Resulta oportuno enfatizar cómo el
enfoque intercultural difiere en sus postulados
atendiendo al contexto y al momento específico en el
que se produce, por lo que se hace necesario un
ejercicio de rastreo de todas aquellas ideas y discursos
heterogéneos que han establecido los principios del
concepto de interculturalidad y de los tipos de
relaciones que han tenido lugar en un contexto social
concreto como pueden ser las políticas educativas
comunitarias en Europa, y que son totalmente
diferentes a las relaciones sociales que se producen en
otro contexto aunque igualmente se definan como
interculturales, como son los ejemplos
latinoamericanos. En los países anglosajones, según
Dietz (2017) la educación intercultural está
encaminada hacia un empoderamiento de las minorías,
mientras que en Europa se dirige a aquellas
competencias interculturales y cada vez más
asimilacionistas para las minorías excluidas como para
las mayorías excluyentes. La educación intercultural
en América Latina ha sido resultado del
empoderamiento de las comunidades indígenas y la
defensa de sus derechos y autonomía. En
consecuencia, el carácter contextual de la
interculturalidad y sus diversas formas de gestión
producen lo que se conoce como “encuentro entre la
pedagogía y la antropología” (Dietz, 2017, p.201) que
implica la tarea de transversalizar las experiencias y
prácticas educativas desde un enfoque intercultural sin
caer en la categorización decimonónica que
problematiza la diversidad desde un sesgo culturalista.
Los educadores que asumimos desempeñar nuestra
labor docente desde un enfoque intercultural tenemos
el desafío de implicarnos con la realidad social y
específica del contexto en el que nos situamos,
comprometiéndonos con sus actores sociales y
poniendo “el acento sobre los procesos y las
interacciones que unen y definen a los individuos y a
los grupos en relación los unos con los otros”
(Abdallah-Pretceille, 2006, p.476). Es precisamente la
particularidad de esas relaciones y diálogos lo que
confiere a la interculturalidad su carácter polisémico y
contextual. No podemos pretender aplicar la noción de
interculturalidad construida en el Norte “sobre” las
particularidades de las relaciones y realidades situadas
en el Sur global, más aún cuando la interculturalidad
se concibe como un proceso decolonial frente a la
imposición de modelos eurocéntricos. Si aceptamos a
priori la diversidad de perspectivas interculturales, será
importante asumir la tarea de adentrarnos en todos
aquellos enfoques con el fin de establecer qué
relaciones existen entre los mismos y entre sus formas
de concretarse en sus respectivos espacios, lo que
generará una interpretación más enriquecedora y
crítica a la hora de analizar determinados modelos.
La noción de interculturalidad ha sido redefinida,
adoptada y reconfigurada acorde a la búsqueda de
respuestas a las crisis educativas tanto en Europa como
en América (López, citado en Dietz y Mateos Cortés,
2011). En Alemania y en Estados Unidos, si bien el
concepto surge ante la llegada masiva de inmigrantes
europeos y asiáticos para promover la asimilación de
la identidad nacional en estos grupos; no es hasta
finales del siglo XX cuando aparecen programas de
educación intercultural en América Latina que guardan
estrecha relación con los movimientos indígenas y
sociales. En esta línea, en pleno siglo XXI, las
nociones de interculturalidad en este continente han
dado un paso cualitativo hacia la transversalización de
la educación intercultural para todos, puesto que han
superado la exclusividad indígena. Dietz y Mateos
Cortés (2011) realizan una interesante diferenciación
entre interculturalismo e interculturalidad, la cual la
definen como:
Un enfoque que analiza y visibiliza las interacciones a
menudo desiguales y asimétricas entre miembros de
grupos cultural e identitariamente diversos (ante la
multiculturalidad, que sólo constata la existencia de
diferencias, sin estudiar sus interacciones e
hibridaciones), mientras que el interculturalismo sería
una propuesta político-pedagógica que enfatiza y
Jiménez Morales, J. (2024). Interculturalidad en la Educación: paradigmas y propuestas desde una perspectiva crítica.
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celebra estas interacciones, intercambios e
hibridaciones como deseables (Dietz y Mateos Cortés,
2011, p.143)
Al constatar el interculturalismo como “propuesta de
sociedad” (Walsh, 2010a), para visibilizar y
concienciar sobre la desigualdad, nos convierte a todos
en sujetos políticos, llamados a la acción. En
Latinoamérica, las experiencias interculturales ya no
se enfocan hacia solamente grupos minoritarios e
indígenas o afrodescendientes; no así en el caso de los
gitanos e inmigrantes en el panorama europeo. Ahora,
la posición del educador, desde su visión intercultural,
se debe centrar en cuestionar las estructuras
dominantes desde la interrelación, persiguiendo su
transformación con el fin de promover modos y
condiciones de pensar diferentes basados en la
igualdad y la justicia social. De este modo, la
interculturalidad se define como un proceso continuo,
cambiante; en un proceso de luchas políticas y éticas a
través de una praxis pedagógica y crítica (Walsh, 2005,
2010b). Es precisamente el marco de estas luchas y las
relaciones que se producen en las mismas donde la
pedagogía y la antropología se hibridan, lo que origina
una oportunidad de interpretación de todos aquellos
elementos que definen el concepto de
interculturalidad, los cuales están condicionados
socialmente y en función de la relación con los demás.
Malik y Ballesteros (2015) destacan algunos principios
que caracterizan el concepto de interculturalidad en
función de las relaciones entre personas: el
reconocimiento de la diversidad, la defensa de la
igualdad, el fomento de la interacción, la dinámica de
la transformación social y la promoción de procesos
educativos en base a la equidad. Estas implicaciones,
que definirían los pilares fundamentales de cualquier
currículum intercultural, nos interpelan puesto que
pone a prueba cómo nuestra experiencia cotidiana
dentro y fuera de la escuela construye los
conocimientos desde la comunicación, el diálogo y el
debate sobre los problemas sociales y las posibilidades
de transformación, lo que dota de un carácter de
intersubjetividad a lo intercultural, de tal forma que el
aprendizaje se asume como un logro personal dentro
de un dinamismo social que desentraña las
interpretaciones particulares y construyen un
significado común y específico (Guía Inter, 2006). A
pues, nos es fácil identificar la deficiencia de los
enfoques interculturales en los currículos oficiales
actuales en Europa y parte de Latinoamérica debido a
la ambigüedad y a la ausencia de oportunidades de
expresión de pensamientos personales y que solamente
obedecen a un modelo colonizador que categoriza y
presenta la diferencia como conflicto y obstáculo.
Alguien interculturalmente competente tiene la
habilidad de considerar las diferencias como virtud,
una oportunidad de construir un escenario común
valorando las particularidades de todos los que nos
encontramos en él, lo que les otorga un sentido
específico y pacífico en base al respeto y a la
cooperación, siendo conscientes de nuestras propias
limitaciones y prejuicios (Baumgartl y Milojevi,
2009). Se trata, en definitiva, de aprender el valor de la
definición que una persona o un grupo atribuye a una
categoría para entablar una relación, un intercambio
que nos permita desarrollar una actitud crítica y
estrategias para resolver conflictos en la vida cotidiana
(Hernández, 2009).
Aguado (2009), explica el enfoque intercultural como
metáfora de la diversidad, es decir, asumir “la
complejidad que caracteriza a las situaciones sociales
y educativas” (p.13), nos permite hallar otras formas
de acción y transformación en educación. Del mismo
modo, Mata y Ávila (2010) se refieren a lo intercultural
como “una mirada hacia la diversidad, una manera de
entenderla y una metáfora para expresarla” (p.16). Esta
necesidad de metaforización que existe en el ámbito de
la educación intercultural es lo que la matiza y la
reconstruye de forma constante acorde a las relaciones
y pensamientos que surgen en diferentes contextos
(Dietz y Mateos Cortés, 2011). Es oportuno aludir no
solo a las metáforas que emanan de las migraciones,
los movimientos sociales e indígenas, sino que en ese
proceso de comprensión y aprendizaje hay que
clarificar igualmente los nculos que determinan los
procesos de comunicación y diálogo y hacen que las
metáforas se describan de una manera y no de otra,
cuyo contexto específico y los actores que se sitúan en
él como emisores, intermediarios y receptores juegan
un rol interesante. De manera que la búsqueda de
estrategias que se encaminan hacia la coexistencia en
un plano de equidad y justicia social, implica
comprender cómo todas las estructuras y jerarquías se
presentan en nuestros esquemas mentales.
Jiménez Morales, J. (2024). Interculturalidad en la Educación: paradigmas y propuestas desde una perspectiva crítica.
Revista sobre estudios e investigaciones del saber académico, 18 (18), enero /diciembre de 2024 ISSN: 2078-5577 e-ISSN: 2078-7928 5/12
Posteriormente, el análisis sobre este proceso en
experiencias concretas favorece a la construcción de
una pedagogía intercultural que responda a las
necesidades del entorno (Navarro, 2020).
Como se viene argumentando, la interculturalidad
surge como herramienta para despejar las asimetrías,
las desigualdades y las exclusiones, promoviendo el
entendimiento y la convivencia pacífica entre los
miembros de un lugar concreto (Dietz, 2020). Por
tanto, la educación intercultural no es un fin en sí, sino
un medio que no puede ni debe ajustarse a un manual
de instrucciones. La variedad de contextos y con
intereses sociopolíticos opuestos convierten a la
interculturalidad en un concepto amplio y con diversos
significados (Walsh, 2010a), pero siempre partiendo
de la actitud crítica y la reflexión para transformar el
mundo en un proceso decolonial. Freire enfatizaba que
la reflexión y el diálogo “se imponen como el camino
mediante el cual los hombres ganan significación en
cuanto tales. Por esto, el diálogo es una exigencia
existencial” (Freire, 1970/2019, p.85) y es esta
circunstancia dialógica la que promueve la
interculturalidad cuya interpretación ha de hacerse
desde una mirada antropológica, que facilite
comprender y descifrar las causas de las relaciones
diversas con el fin de valorarlas positivamente
(Hernández, 2009) desde un proceso abierto y
constante de desaprender, lo aprendido,
recíprocamente.
2. Modelos educativos interculturales emergentes
La variedad conceptual de educación intercultural
puede inducir el riesgo de caer en un cierto relativismo
que solamente conlleve el uso perverso del término
desde los estratos situados en la esfera de las
legislaciones educativas neoliberales y eurocéntricas
que incluyen el término intercultural de forma confusa,
presentándolo en sistemas compensatorios dirigidos a
un cierto alumnado racializado, cuya diversidad es un
problema a resolver, tal y como </