Wieczorko, T.; Rodríguez, E. Estimación de la demanda hídrica superficial de la ciudad de Encarnación.
Vol. 3# Número 1# Año 2023# Revista Impacto# ISSN 2789-861X Pág. 11 de 13
Según un estudio realizado por Costa y colaboradores (9), este valor es mayor a la demanda
total calculada para los municipios colombianos de Villa del Rosario, Los Patios, Bochalema,
Chinácota, Ragonvalia, Pamplonita, Herrán y Pamplona, los cuales tienen una población
menor a la de Encarnación.
Los resultados del estudio realizado en la cuenca del Río Opia (21), condujeron a un alto
índice de escasez ya que la demanda superó la oferta neta. Ese estudio posee similitud en
cuanto a la demanda hídrica estimada, ya que en Encarnación el 89% se da en el sector
agrícola; 9,9% para consumo doméstico; 0,37% para uso industrial; 0,23% para uso en el
sector de servicios y 0,19% para uso pecuario. En Encarnación, así como también en el resto
del mundo, en las actividades agrícolas se utiliza el mayor volumen de agua; no obstante, el
uso crítico está relacionado al abastecimiento de la población con agua potable.
4. Conclusiones
Como el recurso hídrico no es infinito ni está distribuido homogéneamente en el territorio
nacional, la administración y gestión a escala local debe tener en cuenta tendencias y
escenarios futuros que permitan avanzar hacia un desarrollo sostenible. En este contexto, al
describir la demanda hídrica en base a las líneas de consumo en la ciudad de Encarnación,
el valor estimado fue de 52.688.940,78 m
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/año. Esta estimación es una herramienta útil que,
comparada con la oferta hídrica, nos permite realizar consideraciones para llamar la atención
sobre la necesidad de tomar acciones a fin de reducir el riesgo de desabastecimiento futuro.
El factor de incertidumbre a considerar está asociado a la escala de la información disponible,
ya que pocas veces se tiene información primaria a escala local forzando el uso de
estimadores de la demanda de agua. Además, al incrementar la intensidad de uso del agua
de las corrientes superficiales se provoca un aumento en las tasas de vertimientos de aguas
negras a las mismas y, por ende, de los niveles de presión por contaminantes (9). Esto obliga
a tener umbrales críticos conservadores por demanda con el fin de evitar reacciones tardías
no sólo ante limitaciones en cantidad sino también por restricciones en calidad.
De esta manera, se requerirán mayores recursos de agua dulce en el mundo para satisfacer
las crecientes necesidades de la población y las consecuencias de la variabilidad climática. Al
mismo tiempo, se necesitarán más esfuerzos para identificar y abordar los desafíos que
surjan, incluidas las nuevas amenazas a la calidad de los recursos, las necesidades
emergentes para adaptarse y mitigar los factores perjudiciales (2).
En caso de que la demanda supere a la oferta hídrica, se deberán generar acciones
inmediatas de ordenamiento que prioricen el uso para consumo humano y garanticen la
conservación de los ecosistemas. No hacerlo supondrá un límite para el desarrollo económico
y de calidad de vida de los pobladores de la ciudad.